Por: Miriam
Si bien la serendipia es un hallazgo o descubrimiento inesperado y afortunado, el término se deriva del inglés serendipity, lo cual también comparte nombre con una película del 2001. El origen de esta palabra proviene de un cuento llamado “Los tres príncipes de serendip”, en la que los protagonistas resuelven sus problemas por casualidades. Bien, para que a un descubrimiento, invento, etc. Sea una serendipia científica deben cumplir con estas características: Curiosidad, discernir de entre los hechos y sagacidad para lo desconocido.
En lo
particular creo que la serendipia ha servido bastante para el avance de la
ciencia y para sus bases; como lo que sucedió con Isaac Newton, cuando cayó la
manzana del árbol y le golpeó la cabeza mientras éste tomaba una siesta, con
ello, Isaac se dio cuenta o mejor dicho fue consciente de la Fuerza de
Gravedad, la teoría que formuló con tal hallazgo se sigue empleando en nuestros
días tanto en física clásica como en la moderna, como decía Pasteur “El azar
favorece sólo a las mentes preparadas” pero aún así, no creo en que la gravedad
tardara en ser descubierta si a Isaac no le hubiese caído la manzana, sé que
habrá gente que piense diferente a mí.
Algo
que me parece un poco sorprendente son esas “serendipias literarias” como las
de Julio Verne, entre otros muchos, supongo. Me sorprende que la imaginación y
creatividad de un hombre, luego de varios años se convierta en una realidad
tangible, como sucede ahora con el neutrino, que hace años un poeta mexicano llamado
Héctor Carreto lo mencionó en uno de sus poemas, no como tal pero creo está
presente como comparativo: “Entre un adjetivo y otro / saltaste / más veloz que
la luz de la flecha.”[1], no son los únicos
ejemplos de este tipo de serendipia como también hay muchos de serendipia científica;
he citado éste ya que me parece algo más actual, con lo que llevamos poco
relacionándonos.
Para
finalizar, debo decir que la serendipia está inmersa en muchas cosas de uso
cotidiano, pero que no todo es serendipia, ya que para que sea esto, debe de
tener entusiasmo o sagacidad, lo demás sólo es pseudoserendipia.
Sólo
nos queda esperar para saber que nuevas cosas nos traerá la serendipia
Libro que narra al pie de la letra lo que le sucedió al Titanic varios años después de escrito éste libro. |
BIBLIOGRAFÍA:
IBÁÑEZ,
Juan José, Serendipidad o serendipia y la
lógica de los descubrimientos científicos, Revista: Madrid mas d (mi+d), 20
de octubre de 2007.
CARRETO,
Héctor, Poesía Incompleta: I.
Tentaciones: La cierva, 1977.
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